El movimiento biofílico abarca la comprensión de que los seres humanos tienen una conexión innata con el mundo natural. Los estudios científicos demuestran que un acceso a la naturaleza es un antídoto significativo para el estrés crónico a largo plazo que experimentan muchos urbanitas. También mejora el rendimiento cognitivo y el estado de ánimo, y recentra los seres humanos sobre el mundo en general, propiciando mayor generosidad y cooperación. En el contexto del desafío del cambio climático, las intervenciones biofílicas contribuyen a la salud mental, social y emocional, además de proporcionar componentes de resiliencia.

Reducir la brecha entre los seres humanos y la naturaleza en las ciudades presenta enormes oportunidades de salud a escala urbana. Como lo ilustran las iniciativas de la UICN como GrowGreen, las ciudades están a la vanguardia de soluciones innovadoras basadas en la naturaleza que abordan no sólo la salud humana sino también los desafíos del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y los sistemas económicos no equitativos. Las ciudades son también los paisajes en los que se ha producido la mayor desconexión con la naturaleza, y donde existe una oportunidad para beneficios de salud exponenciales en las comunidades desconectadas. La gestión de paisajes para la naturaleza y las personas es uno de los temas principales que abordará el Congreso de la UICN 2020.

Desde su lanzamiento en 2013, las ciudades asociadas a la red de Ciudades Biofílicas trabajan juntas para planificar y diseñar ciudades que den prioridad a la naturaleza como un elemento esencial para la salud y el bienestar de sus ciudadanos, dentro de sus entornos y culturas únicos y diversos. ¿Cómo es la ciudad biofílica y saludable?

Los parques, los espacios verdes y las actividades al aire libre son elementos que pueden mejorar la salud de los ciudadanos urbanos. En el Reino Unido, Birmingham y Edimburgo están explorando estrategias para coinvertir en la salud y la naturaleza a través de la conservación de los corredores de infraestructura verde y azul en el conjunto de la ciudad. Esto ha permitido en su reciente selección para participar en la iniciativa Parques Futuros, destinada a crear soluciones innovadoras y sostenibles para la gestión y financiación de parques y espacios abiertos, específicamente con el objetivo de asegurarse de que éstos contribuyan a la salud mental y física del público. Otro ejemplo es Austin, Texas, donde el Plan General Imagine Austin ha priorizado la creación de una ciudad saludable al proporcionar espacios donde la gente pueda caminar fácilmente, montar en bicicleta, jugar y encontrar opciones cercanas de comida saludable y atención médica. La estrategia WinterCity (Ciudad invernal) de Edmonton, Canadá, tiene como objetivo reducir el aislamiento social durante los meses de invierno mediante el desarrollo de programas e infraestructuras que faciliten a los residentes salir al aire libre a pesar de las condiciones invernales. Por otra parte, la estrategia Breathe (respira) trata de garantizar que, a medida de que crezca la ciudad, cada barrio sea apoyado por una red de espacios abiertos a nivel de los sitios, de los barrios, de la ciudad y a nivel regional.

Además, las ciudades biofílicas promueven la biodiversidad local y utilizan el paisaje urbano para fortalecer la conexión entre las personas y la naturaleza. En Curridabat, Costa Rica, la visión Ciudad Dulce para promover el crecimiento de los polinizadores en todo el paisaje urbano fue reconocida como finalista del Premio Ciudad del Bienestar 2019. La iniciativa fue acompañada por una experiencia de salud mental mejorada de sus ciudadanos. Por último, en Milwaukee, Wisconsin, el programa HOME GR/OWN está readecuando los terrenos vacantes de la ciudad para agricultura urbana, parques, huertos y espacios verdes para mejorar la calidad de vida de los residentes y proporcionar acceso a alimentos saludables locales.

En resumen, una ciudad biofílica y saludable es una ciudad que proporciona acceso a la naturaleza como piedra angular para el bienestar de las personas y las comunidades, y fomenta aspectos que serán esenciales para la resiliencia, la sostenibilidad y las ecologías sociales saludables.


Sobre los autores


Dr. Tim Beatley. Fotografía: Biophilic Cities

 

El Dr. Tim Beatley, Fundador y Director Ejecutivo de Biophilic Cities, es Profesor de Comunidades Sostenibles a Teresa Heinz, Departamento de Urbanismo y Medio Ambiente, Escuela de Arquitectura de la Universidad de Virginia.


JD Brown. Fotografía: Biophilic Cities 

JD Brown es Director del Programa de Ciudades Biofílicas y, en esta calidad, facilita la expansión y profundización de las conexiones entre las ciudades asociadas a la Red de Ciudades Biofílicas y los muchos individuos y organizaciones que comparten la teoría y la práctica de planificación y diseño de las ciudades biofílicas.

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