CONOCEDOR del impacto negativo que los residuos plásticos causan en la naturaleza, especialmente debido a que su mala gestión ha llevado a que se arrojen en grandes cantidades, en particular plásticos de un sólo uso;

RECONOCIENDO que ha aumentado la implementación de nuevas leyes, acuerdos voluntarios y campañas de sensibilización centradas en reducir el consumo de envases de plástico, especialmente los de un sólo uso;

PERCIBIENDO que los cambios en los hábitos de consumo pueden no ser suficientes para reducir el consumo de plásticos, especialmente de los envases de un solo uso, y que su evolución apunta a una sustitución de los materiales utilizados para su generación;

CONSCIENTE de que la reducción de envases de plástico, en particular de un sólo uso, está provocando una mayor demanda de otro tipo de envases, como los de papel;

CONOCEDOR TAMBIÉN de que la expansión global de la industria del papel, con una producción creciente de papel para envases entre otros, puede que se traduzca en un aumento de las áreas forestales dedicadas a monocultivos de especies para pulpa sin adoptar ni implementar prácticas y certificaciones de manejo forestal sostenible;

SEÑALANDO que las plantaciones para producir papel son en gran medida de especies de crecimiento rápido, catalogadas por la industria papelera como de madera blanda (pinos, abetos, …) o dura (abedules, ...) y que éstas especies se cultivan en plantaciones de monocultivo con potenciales efectos negativos sobre la biodiversidad y los ecosistemas autóctonos, particularmente cuando ésas especies no son nativas del área;

RECONOCIENDO que las masas forestales pueden ser manejadas para diversas finalidades y que una plantación gestionada principalmente para fibra de madera puede también serlo para conseguir mejores valores ecológicos; que los riesgos de una gestión forestal no sostenible no sólo afectan a las plantaciones de monocultivo; y que el incremento de plantaciones para fibra de papel no siempre es a expensas de ecosistemas naturales pues puedan ser localizadas en áreas bajo otras opciones de gestión, como por ejemplo agrícolas o agro-forestales; y

ALARMADO por que la selección de especies de madera para pulpa en plantaciones forestales basada en criterios comerciales en vez de en un conjunto más amplio de criterios de manejo forestal sostenible, con algunas especies potencialmente muy invasivas, puede conducir a un aumento de las plantaciones de monocultivo y socavar los beneficios ecológicos de los bosques;